La medida pone fin a dos restrictivas reglas de la era Trump contra el asilo en Estados Unidos y fue gratamente recibida por los grupos de defensores de migrantes
La administración Biden anunció ayer que pondrá fin a dos restrictivas reglas promulgadas durante la administración Trump que ponían trabas a las solicitudes de asilo en Estados Unidos para los inmigrantes víctimas de violencia doméstica o de pandillas. La medida facilitará la obtención de protección humanitaria para los solicitantes de asilo y fue ampliamente celebrada por los grupos de defensores de migrantes.
Merrick Garland fue el fiscal general encargado de dictaminar la suspensión de la política de Trump. Aseguró que tomó la decisión luego de que Biden le ordenara a su oficina y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que se encargaran de facilitar el acceso a las personas que calificaban para las solicitudes de asilo en Estados Unidos pero no estaban pudiendo obtenerlo.
“Esta fue una de las peores decisiones contra el asilo durante la era Trump, y este es un primer paso realmente importante para deshacer eso, no se puede negar su importancia”, aseguró Kate Melloy Goettel, quien se desempeña como directora legal de litigios del Consejo Estadounidense de Inmigración.
Tal como lo explicó un defensor de los derechos migrantes que se especializa en solicitudes de asilo en Estados Unidos, una de las reglas de Trump se dirigía a los migrantes que huían de la violencia doméstica intrafamiliar mientras que la otra apuntaba a aquellos que huían de la violencia de actores no estatales como por ejemplo las pandillas.
La medida se ajusta a otras decisiones que recientemente tomó la administración Biden y que apuntan a una recomposición integral del sistema migratorio fuertemente atacado durante los años de gobierno de Donald Trump. Algunas de estas decisiones son el fin del programa Permanecer en México y las excepciones humanitarias al proceso de deportación rápida.
¿Qué cambios producirá en las solicitudes de asilo en Estados Unidos el retiro de las reglas de Trump?
Las modificaciones al sistema de asilo en Estados Unidos se producen en un momento en el que los funcionarios de inmigración estadounidenses informaron de un inusual aumento de los encuentros con migrantes en la frontera sur. El récord fue alcanzado en el mes de abril cuando se registró la cifra más alta en 20 años. Sin embargo, muchos de los migrantes que cruzaban la frontera eran personas que ya lo habían intentado antes pero habían sido expulsados.
Mayormente, los migrantes centroamericanos que llegan a la frontera sur lo hacen huyendo de violencia doméstica o de pandillas sufridas en sus países de origen. Sin embargo, por cómo es la ley de inmigración no resulta nada fácil que se les apruebe el asilo en Estados Unidos. Las reglas de Trump solo han dificultado aún más las cosas.
Los números oficiales indican que el 50% de las solicitudes de asilo en Estados Unidos que han sido evaluadas durante el año fiscal 2020 por los tribunales de inmigración fueron denegadas. En contraposición, cuatro años antes, esta cifra era solo del 20%, es decir que se rechazaban aproximadamente uno de cada cinco casos.
A su vez, los datos oficiales también muestran que en el último año fiscal las personas provenientes de Rusia y Camerún, por ejemplo, han gozado de tasas de aprobación de solicitudes de asilo notablemente más altas que las personas de Guatemala, El Salvador y Honduras. La explicación de este fenómeno se encuentra en que las reglas de Trump afectaban particularmente a la población de países centroamericanos.
Los grupos de defensores de migrantes recibieron con satisfacción la flexibilización pero aseguraron que no esperan ver de pronto un gran número de migrantes centroamericanos tengan aprobadas sus solicitudes de asilo en Estados Unidos. Esto se debe a que aún con las modificaciones de Biden, la ley de inmigración estadounidense sigue siendo considerablemente restrictiva.
Hace pocos días se supo del caso de una familia de El Salvador en la que luego de asesinar al esposo, los pandilleros empezaron a perseguir y amenazar a los hijos. Aunque toda la familia se hallaba en riesgo debido a sus lazos familiares, el juez de inmigración que estaba a cargo negó la solicitud de asilo apelando a las restrictivas medidas de Trump.
“No esperamos que se abran las compuertas y que de repente, todos los centroamericanos puedan recibir asilo. Son casos muy gravosos y difíciles, pero necesitamos tomar una decisión urgente: ¿queremos avanzar en una dirección que proteja a estas personas o no?” se preguntaron.
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